lunes, 14 de junio de 2010

POPULISMO PURO

Es una confluencia de factores políticos, sociales y económicos.


• Poder concentrado y arbitrario, el que llega a la cumbre cambia las reglas a su antojo y conveniencia, en ése ámbito no está prevista la alternancia pacífica ni los debates públicos. Perón lo resumió en una frase muy ilustrativa: “A los amigos todo, a los enemigos nada, a los neutrales, la Ley”.


• El insumo básico del populismo son los pobres concentrados en barrios precarios, sin títulos de propiedad ni domicilios registrables, en ausencia de servicios educativos y sanitarios de calidad, en lo posible que no tengan ni esperanza, que es lo último que se pierde. Así pueden ser utilizados para el trípode del poder totalitario: controlar “la calle”, el parlamento y la Justicia.


• Los populistas “dicen” que defienden a los emprendedores y a las pequeñas y medianas empresas, pero en realidad, no son funcionales al sistema, aún más, son como la luz del día para Drácula, es la cantera de donde salen los ciudadanos independientes. Tardíamente lo descubrió Kirchner, porque creía que el campo todavía era “la oligarquía vacuna”. En cambio, en el conglomerado de grandes empresas públicas y privadas, en el ámbito de “la patria contratista” y “la patria sindical”, se sienten como pez en el agua. Ahí tienen su lógica los Guillermo Moreno para distribuir favores y castigos de acuerdo a la “frase ilustrativa” del General.


Ahora sabemos, a pesar del entusiasmo de algunos intelectuales, que el populismo puro termina en una minoría oligárquica, que se sostiene con fondos públicos y actúa sobre los sectores productivos como la mafia que te protege de su propio poder destructivo.
El desafío para el próximo período presidencial es: encontrar la fórmula de un populismo atenuado, menos abuso del espacio público, replantear el “garantismo” sobre los delitos violentos (los delincuentes también deberían tener miedo). Presupuestos públicos orientados a las necesidades reales de los ciudadanos y defender el valor de la moneda nacional, la única que pueden usar los más pobres.