sábado, 15 de mayo de 2010

EL FRAUDE LEGAL



Hasta agosto de 1971 el dólar era convertible en oro, el gobierno de EE. UU. Se comprometía a entregar una onza de oro, (31.1 g) por 35 dólares.
Difícilmente las existencias de este escasísimo y noble metal, en poder de gobiernos y particulares, se habrán duplicado en estos 39 años, pero si ahora la onza vale 1200 dólares, no le vamos a errar por mucho si calculamos que las existencias de los “verdes” se multiplicaron por más de 30. Cabe aclarar, estamos hablando de los billetes más demandados y creíbles del planeta.
Los argentinos sabemos que los sistemas monetarios convertibles tampoco son la solución, el problema es que si un particular imprime un billete oficial y trata de hacerlo circular, eso es delito, pero si el gobierno emite siguiendo un protocolo cuidadosamente legalizado, aunque exceda la reposición de billetes deteriorados y la demanda efectiva, eso es política monetaria activa.
Ahora vamos a dividir arbitrariamente esta política monetaria en dos niveles de calidad, la Premium de la Reserva Federal  norteamericana (Bernanke) y la del outlet (Kirchner-Moreno).
En la primera se fija una meta anual de inflación bajísima en términos tercermundistas, (1. 2 % anual) entonces el tema no está en “los medios” y tampoco es preocupación ciudadana y fundamentalmente sindical.
Peeero como también hay elecciones bianuales y hay que tratar de ganarlas, se termina inflando el crédito para consumo popular, que infla la demanda de bienes y servicios, que infla la burbuja especulativa, que infla  la demanda de dinero, hasta que el globo explota. El efecto es recesión y desempleo, pero nunca inflación desbocada y corrida cambiaria, porque el dólar es la menos mala, de las monedas inconvertibles en circulación.
Tiene razón Cristina cuando dice que aquí con “el modelo productivo de matriz diversificada” no tenemos esos problemas.
Acá estamos curados de espanto, la demanda de moneda nacional es la mínima necesaria para bienes de bajo valor y operaciones comerciales y financieras con un período máximo de 30 días.
¿Y que se le ocurrió a la “dupla genial” Kirchner-Moreno?: Jugar al solitario y hacer trampa, no se puede calificar de otra manera, intervenir el INDEC, para mentir con las estadísticas de todos los indicadores sociales y económicos.