sábado, 22 de noviembre de 2008

DEMOCRACIA ADOLESCENTE

Hay dos elementos claves en la transformación de un niño en un adulto: Un período de maduración (unos diez años) y una responsabilidad compartida con los padres.

En el caso de La Argentina, 25 años no resultaron suficientes, más bien en cuanto a la vida interna de los partidos políticos, parece que hubiéramos retrocedido hacia finales del Proceso, cuando después del fracaso de Malvinas, comenzó a revivir la actividad partidaria.

Toda democracia exitosa tiene sus padres fundadores y resulta una paradoja, adquieren ese título, porque desde lo más alto del poder, toman la decisión de auto excluírse y bajar al llano.

Como ejemplos valen George Whashinton y Patricio Allwin, EEUU y Chile agradecidos.

Porque la calidad institucional se realiza con actos, como estos que inauguran el recambio de líderes, con la permanencia del sistema y las políticas públicas.

También la ciudadanía adolescente debe contribuir, en este caso la responsabilidad es equivalente al mayor nivel social, económico y/ó educativo de las personas.

Y así, mientras el mundo avanza, nosotros nos jugamos La Argentina al truco ó como decía J. B. Alberdi, hacemos revoluciones caligráficas.

“Mi único heredero es el pueblo” anunció Perón en su regreso como candidato presidencial en 1973, pero aún a sabiendas de su precaria salud, designó a su esposa para el cargo de Vicepresidente, que tenía notorias faltas de idoneidad, para tamaña responsabilidad.

También Alfonsín hizo su aporte, creyó que el 52% de los votos eran suficientes para fundar “el tercer movimiento histórico” (Irigoyen, Perón y ahora: Alfonsín).

Luego Menem fundó la nueva escuela de gobierno, de la cual, Néstor Kirchner fue el mejor alumno, aunque muchos intendentes y gobernadores, pasaron por sus aulas, y aprendieron muy bien el concepto fundamental: El gobierno lo elige el pueblo, pero el Estado es MIOO!!!!

También los ciudadanos de las organizaciones empresariales y sindicales tienen sus escuelitas de “negocios”, aquí se aprende a sobrevivir a las crisis, los muchachos saben que los gobiernos “pasan”, pero ellos “quedan” y de eso dan , los mozos de la Casa Rosada. Para sacar buenas notas hay que aprender a cerrar oportunamente, la boca, los ojos y los oídos.

Ya vemos que “de arriba” no nos llegan buenos ejemplos, para educar al pueblo soberano, pero tomaremos la frase de Rudyard Kipling: A comenzar de nuevo, aunque sea con gastados instrumentos.

Los últimos fallos de la Corte Suprema de la Nación, movilidad de las jubilaciones y libertad sindical, pueden ser los primeros pasos hacia lo que ahora sólo vemos por TV: Vivir en una república, representativa y federal.

Ahora falta la medicina que cura el autoritarismo presidencial, que los senadores y diputados, voten las leyes, pensando en las consecuencias hacia el futuro. Para ocuparse del presente, está el ejecutivo.

Además el ciudadano, así como descarta la fruta podrida en el mercado, en las listas de legisladores, no hay que votar, a los que tengan pinta de obsecuentes “levantamanos”.

José Manuel Blázquez 22/11/08