domingo, 22 de marzo de 2009

LA SOJADEPENDENCIA

Lo importante no es cómo son las cosas, sino, cómo llegaron a ser lo que son.

Pequeña historia de como una resolución admistrativa de la Jefatura de Gabinete, sobre retenciones aduaneras, quedará en los manuales de historia: la 125.

Es necesario retroceder a comienzos de "los 90" cuando Menem decidió, un poco sorprendiendo y otro poco traicionando a sus electores, privatizar las empresas de servicios públicos, que Perón había estatizado a mediados del siglo pasado.
En "los 50" el Estado aumentó su patrimonio, sus responsabilidades en lo social y su intervención en lo económico, sin mejorar su calidad de gestión y control, es decir, se agrandó y simultáneamente se debilitó.
A partir de ése momento, los impuestos recaudados nunca alcanzaron para financiar los gastos é inversiones públicas.
Agotado por la hiperinflación el recurso de la emisión monetaria, la idea de "achicar" el Estado era una necesidad imperiosa, peeero, arrastramos una maldición en nuestra cultura política: Se hace lo urgente, al borde del precipicio y se posterga lo importante (fortalecer el Estado).

Los contratos de concesión y venta de las empresas públicas son un acabado ejemplo.

Como las mismas estaban recargadas de personal, que dejaron acumulados como capas geológicas todos los gobiernos, necesitadas de fondos para mantener su funcionamiento y grandes inversiones para mejorar la calidad de los servicios, Menem cortó el hilo por lo más débil, es decir los usuarios.
Se diseñaron contratos "leoninos", al sólo objeto de aumentar el precio de venta, porque de ése monto, un porcentaje que nunca sabremos, eran coimas.

Luego en el 2001, pasó lo que pasó y Menem, De La Rúa, "las privatizadas" y "los bonistas" fueron el objeto de la ira popular.
Y así surfeando esa ola llegó Néstor a la Casa Rosada, un especialista en ejecución de créditos hipotecarios en mora y préstamos usurarios.
Pronto los accionistas de las grandes empresas, descubrieron que el pinguino, no se conformaba con las coimas en los contratos y licitaciones, Kirchner quiere todo, primero intervenir la gestión, luego una parte del paquete accionario,(ya obtuvo gratis el 15% de RepsolYPF que figura a nombre de su banquero preferido: Enrique Eskenazi) y luego el zarpazo final.

La demanda astronómica de comida de los chinos é hindúes, levantó los precios de la carne, la leche, los cereales y oleaginosas.
Entonces el hombre, como el tigre que prueba la carne humana, estaba cebado, primero intervino todos los mercados agropecuarios, luego fué aumentando las retenciones y la 125 era el zarpazo, dejarle a los chacareros una platita para que puedan vivir y volver a sembrar, total comprando votos baratitos en el conurbano bonaerense, los pongo de rodillas.

Kirchner lo hizo: Otra vez la plata de los impuestos no alcanza y el país no sale de esta crisis sin una buena cosecha de soja, (somos el mayor exportador de aceite y harina del "yuyo").

Es inevitable, viene algo distinto, no sabemos todavía, si para mejor ó para peor.

23/03/09