martes, 21 de julio de 2009

LA POLÍTICA EN SU LABERINTO



Luego de la elección del 28J quedamos en situación de máxima incertidumbre. El Kirchnerismo recibió un contundente rechazo del 70% del electorado y lo único que quedó claro, es que no habrá más jueguito entre Néstor y Cristina (tomala vos, damela a mí).

Ahora bien, cuando Alfonsín, Menem y De la Rúa perdieron las elecciones legislativas intermedias, si bien no estaban designados los candidatos, se presentía la alternancia de la principal oposición.

En 2011 todo indica que estrenaremos la segunda vuelta (balotaje) entre un radicalismo ó panradicalismo que renace y la vertiente conservadora del peronismo.

Nuestros partidos mayoritarios han oscilado con el humor del electorado, cuando el viento sopla hacia la derecha, ahí estaban Menem y De la Rúa, para recibirlos con los brazos abiertos, cambian hacia la izquierda las prioridades y surgieron Alfonsín y Kirchner.

Para complicar más el panorama, están los líderes que cambian de ideología y partido sobre la marcha (cualquier colectivo les viene bien).

También la economía, que determina la duración de los gobiernos, nos depara sus certezas e incertidumbres, entre las primeras, que dentro de dos años, seremos en promedio mas pobres que nuestros vecinos chilenos, uruguayos y brasileños, medidos por la desvalorización de nuestros activos y/ó salarios y jubilaciones.

Lo que no podemos saber es ¿Cuánto más pobres? Será lo necesario para retomar la corriente inversora y de demanda de empleo en el sector privado.
Por supuesto que el reparto de la carga del ajuste será despareja, los ahorristas en pesos, jubilados y empleados “en negro” sufrirán la primera ley de las crisis: El que no puede parar el país, se jode.

Y hablando de parar ¿Qué pasará con Moyano? Viene avisando: “Todo lo que se mueve con ruedas es mío”.

Hay una segunda ley de las crisis: El que es visto como responsable, aunque no lo sea, se jode.