miércoles, 22 de octubre de 2008

LA TERCERIZACIÓN DEL PRIMER MUNDO

LA TERCERIZACIÓN DEL PRIMER MUNDO

Bajo la presidencia del radical Marcelo T. de Alvear (1922-1928) el estado argentino, gozaba de crédito ilimitado, su moneda nacional era tan aceptada como la Libra y el Dólar y su producción bruta era equivalente a la suma de la del resto de los países sudamericanos.

Alvear fue uno más de una larga serie, de presidentes constitucionales, que durante 70 años mantuvieron una estrategia de desarrollo político y económico, que hizo de Argentina y EEUU los países que recibieron é incorporaron con éxito, la mayor cantidad de inmigrantes en ése período.

Pero está en la naturaleza humana, si alcanzar el éxito cuesta, mantenerlo cuesta mucho más.

Setenta años después y con la colaboración de tres generaciones de argentinos, hoy tenemos un Estado al que nadie le presta “un peso partido por la mitad”.

Hoy Estados Unidos todavía goza de crédito ilimitado, el Dólar es universalmente aceptado, sus Bonos del Tesoro, la inversión más segura y su economía la más competitiva, peeero la ultra máxima calificación crediticia (AAAA) es para los que no necesitan crédito.

Ahora bien, los ciudadanos norteamericanos, gobernantes y gobernados, luego de la caída del bloque soviético, al verse a sí mismos, como la única potencia mundial, pensaron que Dios cambiaba de nacionalidad, de argentino a yanky, entonces todo sería posible, consumir más de lo que se produce, ser los gendarmes del mundo y hasta elegir a un idiota de presidente.

Todo esto y algo más que llevó a la crisis de las hipotecas sin garantías, tendrá sus consecuencias en la arquitectura financiera y geopolítica.

Nueva York y Londres no tendrán el monopolio de las decisiones de inversión, también se subirá ó bajará el pulgar desde Dubai, Shanghai y Singapur.

Básicamente los norteamericanos, han consumido a crédito lo que los chinos ahorraron en dólares y bonos T, que tienen la solvencia de 240 años de continuidad institucional, respeto a las leyes y contratos, pero en la realidad son papeles pintados. Desde oriente intentarán canjear una parte de sus cuantiosas reservas, por empresas occidentales, con problemas de liquidez, por causa de la crisis, tratando de no hacer mucho ruido, para no despertar histerias nacionalistas.

En fin, el capitalismo, la globalización y los intereses contrapuestos son inmunes a las crisis, la que está seriamente amenazada es la transparencia en las políticas públicas, valor ético fundamental de las democracias del primer mundo.

José Manuel Blázquez 22/10/08