miércoles, 29 de diciembre de 2010

LA CULTURA DE LA INMEDIATEZ



Lo dijo Carlos Zannini: “Nos reuníamos todas las mañanas con Néstor, a leer y comentar las tapas de los diarios y luego decidir qué hacer”.
Ahora bien, la administración se divide en niveles de decisión: presidente, ministro, secretario, director… abajo se atacan los problemas urgentes y arriba los importantes, pero claro, hay que compartir el poder y así el ministro más exitoso quiere suceder al presidente. Con este sistema estamos complicados, presidente que pretende abarcar todos los niveles (fuerte): administración mediocre; presidente que pierde la confianza de sus subordinados, por vacilaciones y contramarchas (débil): mismo resultado. Y así acumulamos soluciones disparatadas, que llevaron a renuncias presidenciales: la guerra de Malvinas, dejar que la inflación se transforme en híper, convertibilidad uno a uno con el dólar para siempre. Ahora Cristina, que dejó de ser presidenta protocolar, recibió lo “suyo”, que por ahora está tapado por “el yuyo”, que es la soja. El fútbol para todos (es decir, a pagar entre todos), gas y electricidad en otoño y primavera, “los nuevos derechos” a cortar calles, rutas, puentes y a ocupar terrenos, son algunos de los problemas actuales que pueden desembocar también en soluciones disparatadas.
La cultura política es el resultado de la interacción entre los líderes que emergen de las organizaciones (partidos, sindicatos y asociaciones civiles y comerciales) y la construcción de la opinión pública, la cual se forma con la percepción de las imágenes, conductas y acciones de los primeros. Luego, hay que agregar el efecto de los intereses contrapuestos, alimentados por recursos escasos y necesidades infinitas, que pueden oscilar entre la guerra civil y los pactos de convivencia. Finalmente, incide la tendencia muy humana de la repetición de las acciones y conductas exitosas. Es de nuestra particular matriz social, la ausencia de sanción social para hechos flagrantes de corrupción sobre el erario público, el abuso de los bienes públicos y la falta de transparencia en el manejo de las cuestiones públicas y la falta de compromiso con las instituciones republicanas. Esto nos lleva a recaer en el personalismo político: alfonsinismo, menemismo, duhaldismo y kirchnerismo. No tendremos soluciones fáciles, pero vale la pena intentarlas.


sábado, 27 de noviembre de 2010

COMPRIMIDOS



Las finanzas globales, alimentadas por toneladas de papeles monedas emitidas sin respaldo ajustado a bienes reales, más el agregado de bonos, acciones y otros instrumentos financieros más sofisticados derivados de los anteriores con tendencia firme a sobrevaluarse, más el impulso consumista de la sociedad moderna, todo junto, inflan la burbuja que siempre termina por explotar.
La civilización humana ha conquistado todos los territorios, los mares y ha llegado hasta la luna, peeero hay dos parámetros económicos que resisten su intervención: los costos internos (salarios + rentas + impuestos) que conforman el piso de la actividad productiva y los precios internacionales que son el techo.
En el siglo XX, se realizó el intento más impresionante de bajar los costos eliminado la renta (capitalista) y a los capitalistas también (no es una metáfora). Se lo intentó durante 70 años en La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Ante el fracaso y disolución soviética los chinos, que habían copiado el modelo de “dictadura del proletariado”, es decir, de los que sólo tienen prole (hijos), y aprovechando la fundamental circunstancia de que en el socialismo real se pagaban salarios de subsistencia (como en el capitalismo periférico), ofrecieron al mundo inversor capitalista rentas extraordinarias y control político férreo de las masas asalariadas. 20 años después, el éxito chino (el costo más bajo) asusta, empezaron copiando y fabricando baratijas. Por ahora, conservan la distancia entre el piso y el techo, pero veremos si les dura 20 años más.
En la Argentina, sufrimos el influjo de los vicios y virtudes peronistas que puede resumirse en la fórmula: salarios + rentas + impuestos + costo argentino, es decir, un ítem más que el resto de los países. Entonces, cuando baja el precio internacional de lo que producimos, quedamos prensados contra el techo.

martes, 26 de octubre de 2010

¿PODRÁ EL RADICALISMO?

Fue en octubre de 1983 cuando Raúl R. Alfonsín realizó la apuesta más fuerte de su campaña presidencial y por la que seguramente quedará en la historia: denunció el pacto sindical-militar y la ley de amnistía, que las Fuerzas Armadas estaban consensuando con el peronismo, para evitar la acción de la justicia en los ahora llamados delitos de lesa humanidad.
Luego, con la inestimable ayuda de Herminio Iglesias, que “arrancó” su candidatura a gobernador a la  Convención del Partido Justicialista con el mismo sistema que perdura en los gremios de la CGT “moyanista”, ganó hasta en la Provincia de Buenos Aires.
En política económica se inclinó por hacer más de lo mismo, continuar con emisión monetaria sin respaldo en la demanda por creación de riqueza. Así, llegamos a la hiperinflación que lo obligó  a renunciar al cargo de Presidente.
Llega a la presidencia el segundo candidato de la UCR, que el humor político rebautizó como Fernando de la Duda. Le tocó una misión imposible,  desarmar la bomba de tiempo que dejaba Menem: sostener la convertibilidad del peso con dólares tomados a crédito, que aumentaban la deuda pública a nivel de impagable.
Ahora, asistimos a la lenta agonía de un gobierno fuerte pero impopular, que  va a apelar a su última herramienta electoral: asustar al ciudadano con el poder que éste le confió, algo similar a cuando los militares usaban las armas que el Estado les daba para custodiar las fronteras, con el objetivo de apoderarse del gobierno.
Habrá una reacción popular ante tanta desmesura y el radicalismo, que todavía conserva un comité en cada pueblo, tendrá la oportunidad de liderar una coalición de partidos y un acuerdo de gobernabilidad con el peronismo disidente. Ya están los precandidatos que habilitarán a la Justicia a hacer su trabajo, con la rampante corrupción gubernamental, sindical y empresaria.

lunes, 20 de septiembre de 2010

EL FEED LOT


Desde hace 50 años la isla de Cuba ha sido para los cubanos, un inmenso corral en el cual permanecen encerrados. Al igual que en los establecimientos de engorde de hacienda vacuna, Fidel Castro les garantizó alimentos y atención sanitaria. En este caso, el objetivo no era el engorde de los cubanos, sino el éxito de la revolución comunista. Al abandonar el concepto capitalista, de trabajar, invertir o asociarse libremente para ganar más, todo fue una gran simulación: el gobierno hacía como que pagaba un salario de subsistencia y los cubanos hacían como que trabajaban por el equivalente a lo recibido. Ahora, los hermanos Castro van a reinventar el capitalismo periférico, es decir, el que había en la Cuba de Fulgencio Batista (control político dictatorial y propiedad privada).
Cuando el pueblo entrega una cuota de libertad individual a cambio de mayor igualdad en los ingresos, termina entregando la libertad y la igualdad: “el que parte y reparte, se queda con la mejor parte”.
En una generación, es posible ver los enormes avances de la ciencia y de la tecnología, pero no de la gestión política del Estado, donde los intereses creados y las costumbres arraigadas producen una terrible inercia en la cultura política. Los países de América latina están cumpliendo el bicentenario y los presidentes no pueden ser juzgados por los delitos cometidos durante su mandato, mientras ejercen el cargo. En la práctica, todavía ocurre el juicio de residencia, que se les practicaba a los Virreyes cuando eran reemplazados y volvían a España.
En  definitiva los sistemas personalistas, se agotan con la salud ó la suerte de los protagonistas y dejan un subproducto indeseable: Un pueblo servil, acostumbrado al paternalismo e incapaz de formar ciudadanía responsable.
Sin embargo, el sistema representativo, republicano y federal, sigue siendo la única opción para unirnos por encima de las diferencias. ¿Qué tal si empezamos por el principio?, respetar la Constitución Nacional en su letra y espíritu.


jueves, 19 de agosto de 2010

EMPATE


“O contemplar que las cosas  a que diste tu vida  se han deshecho, y agacharte y construirlas de nuevo, aunque sea con gastados instrumentos.”
Rudyard Kipling
Pocas veces la relación entre el precio de los alimentos y el resto de los bienes  y servicios fueron tan favorables, además La Argentina tiene 40 millones de habitantes y la potencialidad de alimentar a 300 millones.
Esa es la buena noticia y ¿Cual es la mala?: La alta probabilidad que problemas políticos nos impidan aprovechar las excelentes circunstancias económicas.
A partir de la quiebra monetaria y fiscal del 2001, se estableció la convicción en la ciudadanía, que sólo el peronismo puede gobernar este país. Hasta la elección de junio de 2009 estaba todo bien: el justicialismo era la primera minoría (45%), entonces reunía las dos virtudes de  un buen gobierno, representatividad y gobernabilidad.
Con la última elección quedamos divididos en tercios con aspiraciones presidenciales: el kirchnerismo, el justicialismo disidente y el radicalismo y sus aliados. Estamos jodidos, el triple empate no es bueno para la gobernabilidad.
Kirchner y Moyano están en el lugar que por décadas ocuparon las Fuerzas Armadas, retendrán el poder de desestabilizar al próximo gobierno, pero en ningún caso tendrán el apoyo de la mayoría (representatividad).
El peronismo disidente, juega sus fichas a hacer “la gran Cafiero II”, reconquistar el partido desde afuera, pero no es lo mismo con Reutemann, que sin “la esfinge” santafesina.
El radicalismo carga con la mochila de que el último gobierno que terminó su mandato fue el  de Marcelo T. Alvear (1922-1928).
La política es la ciencia y el arte de lo posible, tal vez llegó el momento de estrenar el ballotage y un estilo más acuerdista de gobierno.


viernes, 16 de julio de 2010

DEMASIADO LEJOS



Acerca de los límites del universo y la estupidez humana, del primero tengo dudas.
Albert Einstein

No se conformaron Napoleón Bonaparte y Adolf Hitler con dominar la mitad de Europa, quisieron conquistar Moscú, pero la distancia y “el general invierno” los llevaron a la decadencia y derrota final. Tampoco estaba en los planes del General Galtieri, convocar a elecciones para normalizar la situación institucional del país. “Las urnas están bien guardadas”  decía, mientras pensaba para sí una plaza de Mayo como la del 17 octubre de 1945, luego de realizar el trámite de reconquistar las islas Malvinas.
El poder corrompe, pero además lleva a las personas a creerse invencibles, a que inevitablemente se hará su voluntad.
También creyó Néstor Kirchner, que para imponer retenciones a los productos agropecuarios (móviles en una banda del 35 al 60 % en el caso de la soja), bastaba con firmar una resolución encuadrada en las facultades delegadas en el poder ejecutivo.
Zarpazos impositivos y rebajas salariales son misiones imposibles en sistemas democráticos, por algo el bolsillo es la víscera más sensible del hombre.
La retirada del matrimonio presidencial es irreversible, teniendo en cuenta que comenzó desde una posición de poder concentrado, casi inédita en la historia argentina. El control del partido dominante y la mitad de la principal oposición (radicales K), amplias mayorías parlamentarias que permitían el manejo irrestricto de “la caja”, el control del Consejo de la Magistratura y comisiones de juicio político para “vigilar” a los jueces independientes y “premiar” a los coimeros. Y como la frutilla del postre, la posibilidad de cuatro mandatos constitucionales y una sola conducción.
Si  los mandatarios leyeran atentamente la historia, porque son protagonistas de la que se escribirá en un futuro, nos ahorrarían muchos problemas.

lunes, 14 de junio de 2010

POPULISMO PURO

Es una confluencia de factores políticos, sociales y económicos.


• Poder concentrado y arbitrario, el que llega a la cumbre cambia las reglas a su antojo y conveniencia, en ése ámbito no está prevista la alternancia pacífica ni los debates públicos. Perón lo resumió en una frase muy ilustrativa: “A los amigos todo, a los enemigos nada, a los neutrales, la Ley”.


• El insumo básico del populismo son los pobres concentrados en barrios precarios, sin títulos de propiedad ni domicilios registrables, en ausencia de servicios educativos y sanitarios de calidad, en lo posible que no tengan ni esperanza, que es lo último que se pierde. Así pueden ser utilizados para el trípode del poder totalitario: controlar “la calle”, el parlamento y la Justicia.


• Los populistas “dicen” que defienden a los emprendedores y a las pequeñas y medianas empresas, pero en realidad, no son funcionales al sistema, aún más, son como la luz del día para Drácula, es la cantera de donde salen los ciudadanos independientes. Tardíamente lo descubrió Kirchner, porque creía que el campo todavía era “la oligarquía vacuna”. En cambio, en el conglomerado de grandes empresas públicas y privadas, en el ámbito de “la patria contratista” y “la patria sindical”, se sienten como pez en el agua. Ahí tienen su lógica los Guillermo Moreno para distribuir favores y castigos de acuerdo a la “frase ilustrativa” del General.


Ahora sabemos, a pesar del entusiasmo de algunos intelectuales, que el populismo puro termina en una minoría oligárquica, que se sostiene con fondos públicos y actúa sobre los sectores productivos como la mafia que te protege de su propio poder destructivo.
El desafío para el próximo período presidencial es: encontrar la fórmula de un populismo atenuado, menos abuso del espacio público, replantear el “garantismo” sobre los delitos violentos (los delincuentes también deberían tener miedo). Presupuestos públicos orientados a las necesidades reales de los ciudadanos y defender el valor de la moneda nacional, la única que pueden usar los más pobres.

sábado, 15 de mayo de 2010

EL FRAUDE LEGAL



Hasta agosto de 1971 el dólar era convertible en oro, el gobierno de EE. UU. Se comprometía a entregar una onza de oro, (31.1 g) por 35 dólares.
Difícilmente las existencias de este escasísimo y noble metal, en poder de gobiernos y particulares, se habrán duplicado en estos 39 años, pero si ahora la onza vale 1200 dólares, no le vamos a errar por mucho si calculamos que las existencias de los “verdes” se multiplicaron por más de 30. Cabe aclarar, estamos hablando de los billetes más demandados y creíbles del planeta.
Los argentinos sabemos que los sistemas monetarios convertibles tampoco son la solución, el problema es que si un particular imprime un billete oficial y trata de hacerlo circular, eso es delito, pero si el gobierno emite siguiendo un protocolo cuidadosamente legalizado, aunque exceda la reposición de billetes deteriorados y la demanda efectiva, eso es política monetaria activa.
Ahora vamos a dividir arbitrariamente esta política monetaria en dos niveles de calidad, la Premium de la Reserva Federal  norteamericana (Bernanke) y la del outlet (Kirchner-Moreno).
En la primera se fija una meta anual de inflación bajísima en términos tercermundistas, (1. 2 % anual) entonces el tema no está en “los medios” y tampoco es preocupación ciudadana y fundamentalmente sindical.
Peeero como también hay elecciones bianuales y hay que tratar de ganarlas, se termina inflando el crédito para consumo popular, que infla la demanda de bienes y servicios, que infla la burbuja especulativa, que infla  la demanda de dinero, hasta que el globo explota. El efecto es recesión y desempleo, pero nunca inflación desbocada y corrida cambiaria, porque el dólar es la menos mala, de las monedas inconvertibles en circulación.
Tiene razón Cristina cuando dice que aquí con “el modelo productivo de matriz diversificada” no tenemos esos problemas.
Acá estamos curados de espanto, la demanda de moneda nacional es la mínima necesaria para bienes de bajo valor y operaciones comerciales y financieras con un período máximo de 30 días.
¿Y que se le ocurrió a la “dupla genial” Kirchner-Moreno?: Jugar al solitario y hacer trampa, no se puede calificar de otra manera, intervenir el INDEC, para mentir con las estadísticas de todos los indicadores sociales y económicos.


jueves, 22 de abril de 2010

GOBERNAR, ES MENTIR

No alcanza para constituir una nación amontonar familias con el mismo idioma, raza, religión, costumbres y un territorio determinado. Todo eso ayuda, pero lo fundamental es un proyecto de vida en común.
Si bien el Virreinato del Río de la Plata terminó el 25 de mayo de 1810, la República Argentina comenzó su gestación en la batalla de Caseros en 1852 con la derrota de Rosas. El vencedor Urquiza pronunció la frase que llevó al Acuerdo de San Nicolás: “Ni vencedores, ni vencidos”. Vale aclarar que la frase produjo su efecto, porque fue la expresión de la voluntad del que estaba en condiciones de masacrar a los vencidos y retomar un proyecto de acumulación de poder personal. Esta voluntad de acordar por encima de las diferencias, fue la pata política del Estado Nacional. J. B. Alberdi le sumó el proyecto económico: “Gobernar, es poblar”. Lo que ahora es una de las llanuras más fértiles y extensa del planeta, que era un desierto. Luego, en 1884, bajo el lema: “Hay que educar al soberano”, otro estadista dejó su marca: la Ley 1420 de educación popular, gratuita, laica y obligatoria. D. F. Sarmiento que había nacido en un hogar humilde, completó el trípode con la pata social.
Estos son tres ejemplos de ideas fuerza ó la fuerza de la razón, que no es lo mismo que la razón de la fuerza (en este caso, el orden de los factores altera el producto).
Y así llegó La Argentina al centenario, con un notable desarrollo político, económico y social (medido en el contexto y los parámetros de la época).
Vale aclarar que aquellos gobernantes también practicaban la pequeña política de las rencillas, los ardides y las traiciones, pero no todo el tiempo.
Ahora estamos llegando al bicentenario, pero la máxima alegría colectiva a la que podemos aspirar es lo que puedan hacer Lionel Messi y diez más.
Vivimos tiempos de máxima incertidumbre y esta situación no va a cambiar en lo que resta del mandato de CFK. El matrimonio K es especialista en la pequeña política, a veces muy necesaria para llegar al cargo. Luego hay que concentrarse en marcar el rumbo, en consulta y acuerdo con la oposición en el momento adecuado, al principio de la gestión. Por algo la presidencia es el cargo más alto, desde allí se tiene el privilegio y la obligación de ver más lejos.
Hay que consultar y designar a los mejores especialistas en cada disciplina, los mediocres y obsecuentes no sirven para alumbrar el camino al futuro.

miércoles, 17 de marzo de 2010

LA VOZ DEL PUEBLO Y EL GOBIERNO DE LA LEY




Hay una característica que define nuestra cultura política y abarca todas las clases sociales y niveles educativos: la desobediencia a la Ley y la búsqueda de privilegios (leyes privadas).
Si bien la lista de los contribuyentes a esta mala costumbre, también abarca toda nuestra historia como Nación, voy a nombrar cinco “ciudadanos”, que podrían ser los abanderados: José Figueroa Alcorta, Roberto Repetto, Ricardo Guido Lavalle, Antonio Sagarna y Horacio Rodríguez Larreta (Procurador General). Eran los integrantes de la Corte Suprema de Justicia que cuatro días después del golpe de Estado que derrocó a Hipólito Irigoyen el 6 de septiembre de 1930, emitieron una “histórica acordada” que en los hechos puede traducirse así: si los golpistas fracasan, son encarcelados por cometer el delito de sedición (jódanse por boludos). En cambio, si tienen éxito es “todo legal”. Pensar que se les otorgó un cargo vitalicio y un buen sueldo que no puede ser disminuido, para que custodien el gobierno de la Ley.
Además en las elecciones legislativas del 2 de marzo, el partido gobernante (UCR), obtuvo el 42% de los votos, una clara primer minoría, frente a la dispersión opositora, donde ningún partido llegó al 10%. Faltaban 36 días para la asunción de los nuevos legisladores.
 Estos muchachos (para ser indulgentes en la calificación) habrán pensado: ¿Qué le hace una mancha más al tigre?, si aceptamos la violación de la constitución, ya que estamos aquí, ¿Qué tal si le ahorramos al pueblo el disgusto de arrepentirse del voto?
Pasaron 80 años y tenemos lo que hay: una Corte que parece dispuesta “a desempeñar con lealtad y patriotismo los cargos para los que fueron designados”, a mandar el mensaje correcto hacia los tribunales inferiores y la sociedad civil.  Un matrimonio a cargo del poder ejecutivo, que todos los días aplican métodos subversivos sobre la voluntad popular y la arquitectura legal de la República. Juegan a todo ó nada, y será nada para ellos y toda la crisis económica, social y política para nosotros(el pueblo).
Habrá que reconstruir la República, “aunque sea con gastados instrumentos”.

viernes, 12 de febrero de 2010

ROSAS, PERÓN, KIRCHNER



No se puede prescindir del liderazgo en la organización social, porque la alternativa es la anarquía, pero una cosa es el mando sin límites en las atribuciones y períodos y otra cosa es la república.
Ahora bien, siempre habrá líderes que intentaran tomar todo el poder.
No alcanza con redactar y aprobar una Constitución  bajo el modelo representativo, republicano y federal.
Hacen falta republicanos y que por lo menos, sean la primera minoría.
El republicanismo es una conducta aprendida, requiere condiciones materiales mínimas: un techo, cuatro paredes y tres comidas diarias
Y también condiciones morales mínimas: responsabilidad por los actos propios y vocación por la convivencia pacífica, bajo reglas comunes.

Como vemos, no es un privilegio para unos pocos, alcanzar la condición mencionada, peeero hay un problema: “Billetera, mata republicano”.

Y así en 200 años de orfandad republicana, prosperaron muchos dictadores y caudillos que arbitrariamente, dividiré en dos grupos.

Los impopulares: Llegaron a la cumbre como líderes de la corporación que asaltaba el poder, el ejemplo clásico es el del jefe del Ejército.
Nunca tuvieron mucho poder personal, siempre estuvieron condicionados por los mandos inferiores, que le bajaban el pulgar, si no los consultaban para las decisiones importantes.

Los populares: Estos si que tuvieron la sartén por el mango y el mango también. De los dos primeros dan fe sus herederos y del último veremos cuando los jueces se animen a investigar.
Los tres hicieron un culto de la familia: solo compartieron el poder con las esposas, Encarnación Ezcurra, María Eva Duarte-Isabel Martinez y Cristina Fernandez.
Después de Rosas, las familias patricias, apostaron fuerte por la república y La Argentina fue el granero del mundo y el destino soñado por los inmigrantes.
Después de Perón nos cocinamos en nuestros odios y desencuentros.
Pronto habrá un después de Kirchner, argentinos y argentinas, hagan sus apuestas.

viernes, 15 de enero de 2010

SIEMPRE GOBERNÓ EL PERONISMO

El 17 de octubre de 1945 fue una bisagra en la historia, con sus virtudes y sus vicios, con la bandera de los derechos sociales y laborales, se formó un núcleo electoral dominante de la política argentina.
Hasta ahí ese rol le correspondía a la Unión Cívica Radical, anclado en la vigorosa clase media, que surgió del empuje de los inmigrantes y la excelencia de la educación pública ( M'ijo el dotor).
En ése contexto de anemia institucional y política y el casi milagro de Estado acreedor de finales de la segunda guerra mundial, se produjo ése particular fenómeno que aún perdura: La Argentina se peronizó.
El efecto que marcó el rumbo es el siguiente: El aumento del gasto e inversión pública estimula el aumento del empleo y consumo y en definitiva del bienestar popular en lo inmediato, peeero como en este mundo las necesidades son crecientes y los recursos escasos, llega el día que la plata que se recauda de los impuestos no alcanza , en este caso los vicios (fuentes alternativas de financiamiento público comenzaron en 1950).
Imaginemos la tentación del gobernante: Manejar la imprenta que fabrica los billetes auténticos.
La política de emisión monetaria fue sepultada por la hiperinflación 1988-1991, la inflación es un crédito forzoso que el gobierno toma de los ahorristas y asalariados y para disimular "se controlan los precios de la canasta familiar".

Ahora bién, un partido laborista, con anclaje en las organizaciones sindicales, que apoye políticas de distribución del ingreso es un hecho natural en las democracias representativas, el problema argentino es que la fuerza  que surgió, sin ideas coherentes y aglutinantes (el no peronismo) no pudo , no quiso o no supo, ofrecer al electorado una alternativa vigorosa.
En 1958 Arturo Frondizi ganó las elecciones, pacto con Perón mediante. En 1963 Illía accede a la presidencia  gracias a la proscripción del justicialismo. Los gobiernos militares hicieron acuerdos de gobernabilidad con los sindicatos que propiciaban una especie de peronismo sin Perón, cuyo abanderado fue Augusto T. Vandor, "el lobo", jefe de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y una de las primeras víctimas de la guerra civil que fue escalando desde el asesinato de Aramburu y cuyo corolario resultó la locura de la  guerra por Malvinas.

Siguen tres gobiernos (Perón- Isabel, Videla y Cía. y Alfonsín) con muchas diferencias en sus orígenes y procedimientos, pero con un factor común: Tampoco les alcanzaba la plata de los impuestos.
"El Proceso" inauguró el segundo vicio de las finanzas públicas: La deuda "saltó con garrocha" a 7000 millones de dólares.
 Y asi, en plena crisis hiperinflacionaria, llegó esa especie de Felipe González con patillas, el de "las relaciones carnales" con EEUU, el acuerdo con el Fondo y las privatizaciones. El peronista que iba  a hacer lo que no hizo el no-peronismo.
Al final con De la Rúa y compartiendo el "superministro" Cavallo, el padre de la convertibilidad, llevaron la deuda pública a la impagable cifra de 150000 millones de U$S.
En 2001 comprobamos que las empresas cuando quiebran desaparecen, pero los Estados, para desgracia de sus acreedores, no importan si son pequeños ahorristas y/ó jubilados, son básicamente inembargables.
Así llegamos al 2003 con el oxígeno provisto por la recuperación del sector agroindustrial y las cuentas públicas hechas una pinturita: Los impuestos alcanzaban para pagar la deuda renegociada y el gasto público.
Pero bueno, dos fracasos al hilo del radicalismo, llevó al electorado a la convicción de que sólo el peronismo puede gobernar este país.
Ahora bién, el justicialismo lleva en sus genes, la adicción al gasto y consumo público y sabemos que el alcohólico, si no quiere recaer en el vicio no puede "ni oler el corcho".
Estamos en ese momento de la política, de máxima incertidumbre, en que los que están se van y no conocemos lo que viene, pero confiemos que saldrá de elecciones pacíficas y limpias.